Fotos de gatos

Hacer fotos a animales es difícil porque no posan. Si son gatos igual más aún, porque saben que les estás haciendo demasiado caso y eso no les gusta, dado que eres su esclavo. Si además los gatos son negros peor aún, porque eso de que sean negros es mentira. Ningún gato negro es negro realmente. Piti por ejemplo es atigrado, como su madre. Nina tiene varias capas de pelo y cada una es de un color, próximo al negro, parecido, pero que no es negro. Al sol se nota todo eso. Al hacerle una foto también.

Son difíciles de pillar los cabrones, pero voy probando. Ésta es la expresión de Nina cuando hay algo que no sabe muy bien lo que es (creo que simula estar aterrorizada por si la amenaza es alguien que la puede, pero de terror nada, es un gato):

Ésta es una prueba de esa dignidad felina de la que hablo. Si les das un nuevo sitio desde el que pueden controlarlo todo ahí que se ponen.

Qué majetes los gatetes dirá el lego, creyendo que vivir al servicio de dos felinos es plato de gusto, lecho de rosas, colchón de látex con fibra de palma, bocata de solomillo con setas al Idiazabal del que ponen en La Riojana. Pero já. ¿Y si te despiertas una mañana y lo primero que ven tus ojos es esto?:

Así vivo yo, sí. Bajo el terror. Bueno, junto al terror y alimentando al terror. Sí. Sería más así que otra cosa.

¿Y por qué? porque hacen cosas. Los gatos siempre están intentando cambiar a mejor el status quo(que por supuesto siempre está en una situación que les beneficia, si no es así lo cambian o se van) de su territorio porque nunca tienen bastante. Nina adora las mochilas. Las cajas de cartón y las mochilas. Si ve una mochila abierta se mete dentro a ver qué pasa. Y suele pasar que se está bien. Piti mientras vigila. Aunque tratándose de Piti yo pondría a otro a vigilar, la verdad.