El otro día fui a la casa de un amigo. La excusa era ver a su hijo, al que hacía muchos meses que no veía, grave falta la mía y de gran calado sobre todo cuando el muchacho pasa malamente de los dos años de vida.
El chaval ha tenido graves problemas de salud ya desde antes de nacer, pero ahora está que da gloria verlo. Es una alegría ver padres de esos que hablan como medicos sin serlo que vuelven a hablar de cosas normales y corrientes.
Hablando de esto y de aquello resulta que el niño en cuestión está llegando a la edad en la que la mayoría de los niños están en la escuela infantil. Lo delicado de sus antecedentes, claro está, no anima mucho a sus padres a que lo saquen de casa a chapotear entre gérmenes, sobre todo cuando a esas edades los niños juegan unos cerca de otros, pero juegan solos. Yo les dije que a mí me tuvieron en casa hasta los seis años bien cumplidos, pero no les sirvió de advertencia. Se les ve animados.
Lo que me dejó estupefacto fue que la madre del niño me dijo una amiga suya, maestra de educación infantil, le comentó que -cito- ahora hay niños que llegan de casa sabiendo muchas cosas y claro, en clase se aburren.
No soy un experto en el asunto pero sí que se que hay muchos tipos de inteligencia. O muchas capacidades mentales que se suelen denominar, así por abreviar, como inteligencia de algún tipo. El tipo de inteligencia de esta buena mujer no es del que le hizo aburrirse en la escuela porque sus compañeros estaban atascados leyendo la 'p' con la 'a'... 'pa pero puedo garantizar que tiene de sobra de la inteligencia necesaria para enfadarse para siempre jamás conmigo si le hubiera preguntado si lo de aburrirse en el colegio lo sabía por experiencia propia.
Qué cosas. Yo había pensado en lo que pasa al mandar al colegio a un niño que ha aprendido a leer solo, o a una niña que se ha leído más libros que la mitad de sus maestros, o enseñar a defenderse a un niño de 10 años que lee poesía porque le gusta, pero nunca había encontrado una madre preocupada por esto. No es que piense en enseñarle a ver, oír y callar (que no estaría nada mal), sino que se la ve toda la intención de encargarse de que el niño no aprenda nada que ella sepa que le van a enseñar en la escuela. Supongo que está asumiendo que todo lo que intenten enseñarle lo va a aprender. O que todo lo que esté en el temario entra.
Vivir para ver.
P.D.: ¿Ha visto usted laísmo? Pues sí. Aposticas que lo he puesto. Estoy rodeado de alaveses que dicen nos vemos a la noche, mañana como con mis aitas y cosas aún peores, así que tiraré de hablar étnico como mejor considere.