En Suecia la gente tiende a aprender idiomas bien. Inglés por supuesto, pero otros también. El nivel de penetración del inglés es enorme (aunque los carteles y la publicidad es menos frecuente en inglés que -curiosamente- Madrid), pero más de una vez me ha pasado que la jovenzuela que está trabajando en el supermercado tenía mejor nivel de inglés que yo. O al menos mejor nivel de inglés en las tareas de su incumbencia en el supermercado, eso también puede ser.
Ayer estuve hablando con bastante gente desconocida (en otra ocasión hablo sobre la facilidad o no de pegar la hebra en Suecia) y me contaron que hacia los 13 años te dan a elegir para aprender un tercer idioma. La gente que tiene padre, madre o ambos de otro sitio lo tienen un poco más fácil porque quizás puedan reforzar lo que traen de casa más o menos aprendido (que no todo el mundo aquí es capaz de expresarse mínimamente en la lengua de su/s padre/s, las cosas como son), pero quienes tienen padres y abuelos que les hablan en sueco pueden elegir entre el francés, el alemán y el castellano.
Es curioso qué cosas sabe decir en castellano la gente que no sabe castellano. En una proporción muy alta saben decir Dos cervezas, por favor . Dos casos me mostraron la rareza de Por favor ¿Dónde está la salida?, algo que yo hubiera sospechado que está en el nivel Proficiency de un idioma. Y luego están los que solo saben decir procacidades.
De todos modos en Estocolmo hay muchísima gente descendiente de castellanoparlantes y además mucha gente ha vivido o estudiado en sitios como Chile, así que hay mucha gente que entiende y habla castellano muy bien en alguna de sus variantes.
Ya me ha pasado más de una vez que me diga alguien Hablo un poco de español y pensar Pero pedazo de hija de puta, si hablas como si fueras de Salamanca ¿Un poco?. Hay gente que ha vivido unos cuantos años en algún país latinoamericano, hay quien lo aprendió de su pareja y hay quien estuvo cuatro meses aquí o allá y aprendió. Y lo cuenta y se queda uno hecho una mierda, claro.
Es curioso además que sepan mucho o poco tienden a hacerlo lo mejor posible. Supongo que es algo cultural.
Pero lo más alucinante es el inglés. En Estocolmo hay muchísima gente con uno o ambos padres de origen extranjero, eso cuando no son extranjeros todos en casa. Esto hace que no puedas adivinar de dónde es nadie por sus rasgos. De hecho puedes asumir tranquilamente que cualquiera, tenga los rasgos que tenga, es más sueco que ABBA.
En mi trabajo se usa el inglés como lengua oficial y se añade otra capa más a la cebolla de mi despiste porque los suecos no solo aprenden inglés de puta madre sino que clavan el acento con tal entusiasmo que de verdad llegas a pensar que no son suecos. Ese es el nivel buscado por muchos y alcanzado solamente por una parte del total, así que puede uno jugar a las adivinanzas, cagarla y de paso ser un tipo amable que destroza el inglés pero al menos valora que otros alcancen ese grado de maestría aprendiéndolo.
Hay unos cuantos de mis compañeros que tienen acento británico. Uno tiene hasta objetos en su escritorio que anuncian que es un hammer, hincha del West Ham. Desde el primer momento pensé que era inglés por la cosa del fútbol, algunas prendas que lleva y sobre todo el acento. Hasta que le oí hablar en sueco.
Hay otro que tiene un acento de EEUU perfecto para mi oído (que no es el mejor). Giros, acento, bromas, todo. Raras veces tengo que pararle con alguna palabra que me haya pasado.
Por suerte para mí, los suecos suelen tener una paciencia enorme con los problemas de los demás a la hora de expresarse en una lengua que ellos sí dominan.
Es una gozada. En un mes he aprendido más inglés que en años. Y no es solo por tenerlo que hablar a diario (que también), sino porque el que escucho durante horas al día suele ser excelente sin dejar de ser natural. Y el que es un cachondo en su lengua materna sigue siéndolo en otra diferente. Y cachondos hay en todas partes.
Cómo me he reído leyéndote XDD Yo tengo familia en Suecia, una prima hermana de mi abuela, y a pesar de llevar 50 años allí no se adapta. El problema lo tiene ella, seguro. ¡Besos mil!
Estoy en plan turista japonés, con mi despiste, mis fotos… Y también le estoy en encontrando la gracia a no enterarme. Vengo de una especie de exceso de consciencia y Suecia es un país donde casi todo va muy despacito.
Y además, tampoco hay que enterarse de todo 🙂
Un besazo, guapa. Muchas gracias.