A pesar de lo que me pareció cuando estuve la primera vez, la segunda visita no ha sido para tanto. Por supuesto que me faltaba un papel, y por supuesto que era un certificado, pero parece que de momento todo arreglado.
Me han dado otra cita, la tercera, para principios de julio. Dicen que para entonces ya estará todo en marcha y seguramente habré cobrado. El tiempo máximo de resolución de todo esto es de dos meses. Mira que soy gilipollas, bien podía haber empezado todo esto hace mucho tiempo y no cuando le ví las orejas al lobo (léase antes de que se me acabara la reserva). A ver cómo nos apañamos durante ese tiempo.
Por cierto que mientras me hacían los papeles las currelas del lugar estaban hablando de una asamblea que tenían para hablar de los (supuestos) planes del ayuntamiento de privatizar el servicio. Bueno, no sé si de privatizar el servicio o de privatizar al personal, o de todo junto. La verdad es que mi anterior trabajo existía en buena medida porque las administraciones prefieren dar dinero a entidades para que hagan lo que deberían hacer ellas mismas. Es algo así como las Norton Utilites (aunque ahora parece que se llaman de otra forma que era imprescindible usar con windows 95 y 98 porque la gestión interna del sistema -por llamarla de alguna forma- era tan desastrosa que alguien sin ninguna relación con Microsoft tenía que hacer algo para remediarlo.
A mí me da que pensar que una administración (y me da igual el ayuntamiento, la diputación o el gobiernillo vasco) vea necesario o rentable -seguramente consideren sinónimos estos términos- privatizar os servicios sociales. ¿Privatizarán la atención o será una empresa quien decida si cobras, no cobras, por qué, cuando y hasta cuando?
Y nos escandalizamos porque en los EEUU hay cárceles subcontratadas a empresas. A modernos no sé, a gilipollas no creas que nos ganan los de La California, no.