He encontrado en un portal de noticias una bonita colección de fotos en color de París durante la ocupación alemana; está aquí: http://community.livejournal.com/euro_photos/194356.html. Por lo visto en Francia han generado polémica -signifique eso lo que signifique- porque pintaba una Francia ocupada demasiado edulcorada, demasiado feliz.
Y digo yo: ¿Aún no han asumido que los alemanes les ganaron la guerra (a ellos, uno de los mayores imperios en su momento, con uno de los ejércitos más poderosos del mundo en aquellas fechas) en unas cuantas semanas? ¿Aún no han asumido que la inmensa mayoría de los franceses a los que se lo permitieron (osea, que no estuvieran prisioneros o fueron reclutados para trabajar como esclavos en fábricas alemanas) siguió con su vida como si tal cosa? ¿Que el gobierno títere de Petain entregó a los judíos a Alemania sin necesidad de que los nazis los persiguieran, internaran ni listaran? ¿Que la resistencia contra el invasor fue en muchos casos un bonito recuerdo construido después de la guerra que otros ganaron por ellos? ¿Que miles de republicanos españoles lucharon contra el ocupante alemán mientras ellos se quedaron en sus casas? Se conoce que no.
En las fotos se ve un centro de París de lo más tranquilo. Lo único que nos recuerda que ahí podía pasar algo grave es la mujer con la estrella amarilla en el abrigo que la identifica como judía. El resto -banderas de guerra del ejército alemán incluidas- muestran escenarios tan tranquilos que bien podrían ser de una ciudad alemana.
Pero ¿no es mucho más tranquila la vida del que calla -aunque no otorgue-, del que traga, del que asume las circunstancias y espera a que cambien por sí solas o gracias al culo de otro? Pues eso, coño. Tan tranquilitos se les ve y Maxim sigue abierto a dia de hoy.
Línea Maginot… con eso te digo todo 🙂