El otro día vi una oferta de trabajo que me resultó interesante. No para mí, pero sí digna de comentario.
Conocida discoteca de Berango (Bizkaia) busca chicos de entre 19 y 30 años para porteros. 1400 euros. Solo viernes.
Yo no me juego la vida en el trabajo (ni generalmente me la suelo jugar el resto del tiempo) pero tengo bastante responsabilidad. Toco cosas bastante delicadas diariamente, solo toco software pero que tiene impacto en la gente que me rodea, a veces bastante impacto y a veces sobre bastante gente.
He tenido trabajos físicos y ahora tengo trabajos en los que me pagan por pensar, así que creo que entiendo bastante bien la diferencia entre unos y otros.
Con todo lo antedicho se me queda cara de idiota al ver que un portero de discoteca que empieza en un sitio, que seguramente es nuevo y al que tendrán que enseñar un montón de mañas y perrerías del oficio y del lugar le pagan por trabajar una sola noche a la semana 1400 eurazos uno encima del otro.
1400.
Luego veo lo que cobro yo por cada hora de estar un sábado por la tarde o por la noche instalando aplicaciones que van a usar todos los ciudadanos vascos y vascas, o el gobierno del que gracias a las urnas nos hemos dotado y la cara de tonto da paso a otra muy diferente.