Pues sí señor. Van unos bienpensantes por la calle dando café y bollos a los pobres que se van encontrando y dan con uno que (igual siendo pobre, que ahí no me metería yo por miedo a meter la pata en algo que no me importa ) no parece necesitar nada en ese momento y eso es lo que dice a modo de explicación:
Debo seguir siendo de Tarancón de alguna manera, porque no me extraña la salida. Voy a ampliar un poco esto porque igual no se comprende si uno no es de Tarancón.
Hace bastantes años fui a visitar a una tía mía. Hacía por lo menos otros diez que no la visitaba y en ese lapso de tiempo había pasado de la infancia a la juventud rampante, así que recuerdo el momento bastante bien porque se negó en redondo a ponerme una fanta y me infló a botellines del Mahou.
-“Hermoso
” me preguntó aprovechando que ya estaba un poco cocido “tú cuando estás por ahí
” (léase en el ancho mundo) “¿Te das a conocer? ¿Dices de dónde eres? ¿Dices que'res de Tarancón?
”
Dudé por un momento (porque el buey es de donde pace y no de donde nace y yo hace mucho que no pazco en Tarancón) pero estaba claro lo que había que responder.
– “Pos claro
” dije yo en correcto taranconero.
– “Mu bien hecho
” me respondió mi tía “pero no presumas, que to'l mundo no pué tener la misma suerte ¿sabes? y cada cual ha nacío donde ha nacío
”
Asentí. Y mi tía me abrió otro botellín.