Anoche estuvimos viendo en casa El secreto de sus ojos. Es una película que hay que seguir muy atentamente y no es solamente porque a veces no hay dios que entienda a estos porteños hablando rápido y dos o tres a la vez. Te va llevando, te va llevando, gira, vuelve, gira, vuelve otra vez a un detalle que te dio hace media hora, avanza y gira otra vez. Así es esta película. 12 horas después de verla todavía tengo el sabor en la boca. Tendré que tirarme tres o cuatro días sin ver nada porque cualquier cosa que vea me va a parecer una de Pajares y Esteso. Maldito Campanella, me ha jodido vivo.
No sobran las alegrías, así que una película como ésta merece que le diga a todo el mundo que intente verla. Seguramente será para bien. Si puede ir a verla al cine en un horario en el que no se la reviente ningún imbécil hablando con el vecino, corra raudo y veloz. Si ya no llega a tiempo hay excelentes copias extraídas de DVD ya en el torrent. Aproveche.
Estoy últimamente dándole muchas vueltas a eso del cine. Julián escribía hace poco sobre el discurso de Álex de la Iglesia en la entrega de los Goyas. Lo que él dijo dio para que yo me enrollara como las persianas de antes y escribiera un comentario mucho más largo que la entrada original. Aquí está, por si te interesa: http://juliandelafuente.wordpress.com/2010/02/15/catarsis-en-los-goya/#comment-157
“El secreto de sus ojos”, novela escrita por un señor de unos 35. Que se te va a pasar el arroz…
Pos anda, que no me quedan a mí bayas de goji por comer para poder maquinar una cosa como esa. Toda esa estructura como de líquen. Si tienes que mantener una historia así de fractal en la cabeza tienes que renunciar a muchas cosas. En mi caso posiblemente tendría que llegar a renunciar temporalmente al control de esfínteres.
Como se nota que me ves con buenos ojos, Paco.
Pero, ¿y quién dice que tenga que ser como “El secreto de sus ojos”?. Ahí está el problema, me da a mi. Que queremos tenerla como Nacho.
Sí. Yo tendría que empezar con cosas como “Teo va al zoo”. Vale. No tanto. “Teo va al zoo dándole vueltas a las cosas”. Eso sí.
Los modelos son los modelos. En vez de estarme quietecito me empeñé en ver alguna peli más durante el fin de semana. Estuvimos viendo “Un Prophète” (http://en.wikipedia.org/wiki/A_Prophet), la que han mandado los franceses para los Oscar. Y sí, está bien, pero tienes que estar atento porque puedes no entender cosas. Vamos, casi seguro que no vas a entender algunas cosas que pasan y yo creo que están mal contadas. No mal resueltas, ni incongruentes, no, que no se entienden y ya está. Al Campanella le entiendes fijo, pero son tantas cosas que ni se te ocurre mirar para otro lado o comentar nada, porque seguro que te pierdes algo.
Mi admiradísimo Bryce Echenique dice que cuando escribe es cuando más lee. Digo yo que intentará parecerse a esos a los que admira.
Dicho esto me vuelvo a mi “Teo va a al zoo buscandole tres pies al gato”