Hay miles de webs que hablan de BJJ y en muchas puede uno encontrar paso a paso el camino que recorrió el autor en sus inicios en el arte suave (vaya cojones hay que tener para llamar así al BJJ después de catarlo, por cierto).
Mi favorita es Grapple Arts. Tienen toneladas de vídeos y hacen unas apps para smartphones y tablets que tienen una pinta muy buena, pero tienen muchas cosas gratuitas para novatos. Mucho texto muy interesante y muchos vídeos también.
Te suscribes a una lista de correo y lo primero que recibes es un pdf con un montón de consejos y un montón de cosas que otros han sufrido antes que tú cuando llegas de nuevas. Unas te las crees y otras no. Luego te van sucediendo tal cual te las van contando y dices “hostia, qué jodío. Tenía que haber hecho más caso a este hombre”.
Te van llegando, además, un correo cada dos o tres días con consejos, recursos y cosas que pueden ser de ayuda cuando estás en los abrumadores primeros días entrenando BJJ, que es cuando no preguntas siquiera porque cada vez que peleas con alguien parece que lo haces contra tres monos-araña puestos de anfeta.
Cuando hablaba en otra entrada de que el ambiente en el BJJ es excelente y hay muy poca ceremonia hueca y mucha proximidad me refería también a cosas como este vídeo. Stephan Kesting escenifica aquí las dos técnicas más atroces y disparatadas que se ha encontrado en sus muchos años de experiencia en las Artes Marciales.