En 2005 hice 1GB de fotos en Mauthausen (una barbaridad en aquél momento) y estuve semanas intentando hacer un reportaje para colgar en la web. No lo terminé por varias razones, entre las cuales estaba que mi traductora de bizkaiera se deprimía tremendamente al ayudarme, que dicha traductora saliera de mi vida (y yo de la suya) menos de un año después, que me estaba perdiendo tratando de comprimir todo lo que estaba leyendo sobre Mauthausen en mi reportaje… en fin, que se quedó a medias.
He estado a punto de subir lo que tengo tal cual está, pero hay páginas que están escritas y ya con las fotos colocadas pero no están enlazadas con el índice, hay un montón de detalles por terminar, debería reducir el peso de la mitad de las fotos y corro el peligro de escribir otra vez la mitad del texto. Y no es ese el plan.
Ya que estoy voy a colgar unas cuantas fotos y ya veremos si subo lo que tengo, si lo arreglo un poquito o paso de todo. Si el reportaje ha estado cinco años dormido puede aguantar otro más. Y más también.
En este trocito de una foto (creo que se nota bastante el pixelazo) vemos a una deportada húngara preparándose para participar en el desfile conmemorativo de los 60 años de la liberación del campo. A pesar de los pesares es la foto que más me gusta de todas las que hice; es una de las dos que pasé a papel y tiene toda una pared de mi casa casi, casi para ella sola.
En el demente esquema del mundo de los nazis el concepto de enemigo era tan amplio que hace que hoy día nos encontremos con estas extrañas vecindades. Tan ilegal era en aquél momento y lugar pertenecer a los Scouts como ser homosexual. El coste de ambos “delitos” era muy similar también.
En lo que fue la lavandería del campo de Mauthausen hay una especie de capilla multiconfesional y una sala de banderas. La presiden las banderas de las potencias vencedoras ( lo digo con retintín porque está la bandera de Francia, país que no era ni lo uno ni lo otro, aunque iba a ganar seguro porque estaba en los dos bandos a la vez).
Es un espacio donde reina una realidad muy especial, porque del mismo modo que está aún la bandera de la Unión Soviética también hay otros detalles singulares para quien quiera verlos. Todas las banderas están pareadas, salvo la bandera alemana, que está sola. La bandera del estado de Israel está pareada con la de los Estados Unidos. La bandera de la república de Austria está pareada con la de la república española, una de las muchas pruebas evidentes de que la presencia de republicanos españoles en el campo y (en contra de todo pronóstico) su comportamiento como colectivo fue y sigue siendo tenido muy en cuenta.
Junto a las dos banderas una de las muchas placas que los recuerdan.